Los chinos en realidad tienen bastante miedo a la muerte, ni siquiera quieren pronunciar directamente la palabra "muerte". En las charlas cotidianas dicen "se fue" o "dentro de cien años", como si al no mencionarlo, no viniera. Pero lo curioso es que, aunque lo evitan con palabras, en la vida cotidiana están rodeados por el temor a la muerte: compran seguros, hacen inversiones, ahorran a toda costa, temerosos de que en el futuro haya enfermedades, desastres o problemas en la jubilación. Pareciera que al ahorrar suficiente dinero, pueden mantener el destino fuera de la puerta. Detrás de esto hay una sombra histórica: antes, enfermarse gravemente podía significar realmente tener que vender la casa o la tierra, afectando a toda la familia. Ahora, aunque las condiciones han mejorado, la incertidumbre sobre la atención médica y la jubilación sigue presente, y todos sienten que "deben guardar un poco más para el futuro". El problema es que esa sensación de seguridad se obtiene ahorrando. Muchas personas, mientras están vivas, no se atreven a gastar dinero en diversión o disfrute, siempre pensando en "para usarlo después", resultando en que el dinero se guarda, pero la juventud se pierde, la salud se deteriora y se pierden momentos valiosos con familiares y amigos. La generación más vieja es especialmente evidente, esforzándose por ahorrar dinero para los hijos, mientras ellos mismos viven en la más absoluta austeridad; los jóvenes, por su parte, están atrapados en el medio, deseando disfrutar el momento, pero temerosos de no tener seguridad, sintiéndose muy conflictuados. Al final, se forma un estado extraño: por fuera no se habla de la muerte, pero en el fondo se están preparando para ella todos los días. Aparentemente se esfuerzan por vivir de manera más segura, pero en realidad viven con más ansiedad. #加密市场回调# #杰克逊霍尔会议# #Gate Alpha空投ESPORTS#